Mi cumpleaños en la carcel

De cómo pasé la tarde de mi cumpleaños en la cárcel (sin haber cometido ningún delito)

Desde que soy adulta, no me gusta el día de mi cumpleaños. Irremediablemente, ese día pienso en que me queda un año menos, me doy cuenta de que cada vez me duelen más las articulaciones y tengo más arrugas. Pienso en que tenemos caducidad y cuanto más nos aproximamos a esa temida fecha más me asusto. Pero, no es de mi mortalidad de lo que quería hablar, sino de que soy zontiana y eso quiere decir que pertenezco a un grandísimo grupo de mujeres de todo el mundo a las que nos motiva el trabajar por otras mujeres. En nuestro club Km 0 de Madrid, se nos ocurrió hace ya algo más de un año, el hacer de Reyes Magos para mujeres que no han tenido mucha suerte en su vida.

Teatro Yeses

Hoy quería contaros mis impresiones y sentimientos cuando tuvimos la oportunidad de visitar a la compañia de teatro Yeses, integrada por mujeres de la cárcel de Alcalá Meco. Este es un grupo muy particular, ideado y dirigido por Elena Cánovas, funcionaria de prisiones retirada que consiguió crearlo (a pesar del escepticismo de muchos) y obtener muy buenos resultados en las obras que han representado. El grupo sale de gira por la Comunidad de Madrid y ha conseguido varios premios de teatro. Pero, el logro más importante de Yeses, es que un 85% de las mujeres que lo integran consiguen reinsertarse en la sociedad y no volver a delinquir. Nosotras, las zontianas de Madrid, colaboramos económicamente con ellas casi desde nuestros inicios, cada año organizamos una función de teatro en Madrid cada año, y este año, por primera vez, les pedimos que nos hicieran llegar sus cartas a los Reyes Magos. Pero con la burocracia y otros líos, los Reyes terminaron retrasándose mucho, eligiendo el 31 de enero, el día de mi cumpleaños, para su llegada a Meco.
Y para allá que nos fuimos cargadas de regalos, Linda, Carmen, Marian y yo, todas zontianas de Madrid. No estaba muy segura de lo que me iba a encontrar y lo que ví cuando entré no me pareció muy deprimente. No sé si porque veo muchas series policiacas americanas, o porque Alcalá-Meco disimula bastante bien su función. El sector de las mujeres está constituido por varias casas de poca altura, y salvo por las dobles puertas con rejas, y la presencia de guardias en su interior, me hizo pensar en un instituto, con patio central, biblioteca, gimnasio, centro cultural y un auditorio. Fue allí, en el auditorio, donde nos encontramos con las 7 chicas, junto con Elena y dos actores profesionales que cooperan con el grupo. Entregamos los regalos, nos abrazamos y se nos escapó alguna lagrimilla. Llevamos jerséis de color rosa, abrigos, y muchas cremas y productos cosméticos incluyendo una colonia, ¡pues no sabíamos que están totalmente prohibidas!
Después, todos contamos quiénes éramos y sorpresivamente, al menos para mí, algunas de las chicas nos dijeron por qué estaban allí. Fueron muchas las cosas que me impactaron, pero sobre todo las palabras de algunas chicas diciéndonos lo difícil que es aceptar estar allí.

Mi reflexión después

Y fue también allí también donde reconocí la suerte que me ha tocado, con la familia en la que nací, la educación que he recibido, la gente que he conocido, mis amigos, mis compañeros de trabajo y hasta mis vecinos. Ni yo, ni los míos, hemos pasado nunca hambre (salvo cuando nos ponemos a dieta), ni tampoco nos hemos visto en situaciones en la que sobrevivir pasa por tener que delinquir. No me ha rodeado nunca la violencia ni la necesidad y nunca había pensado en ello. La ruleta que determina dónde nace cada una fue muy generosa conmigo.
Ya no me van a molestar mis cumpleaños y los voy a celebrar en condiciones. Éste ha sido uno de los más memorables, porque me he dado cuenta de que cada año que he vivido ha sido un regalo y tengo la obligación de celebrarlo y agradecerlo.